Moriré
(Foto de Patricio Zamora)
(Recreación del texto de Alfredo Rubio de Castarlenas: I jo em moriré)
Soy un ser vivo y moriré.
Me moriré un día, una noche, no lo sé.
Moriré caminando o durmiendo, cerca de los míos o tirado en algún lugar recóndito.
Nadie sabe cuánto tengo más de vida. Nada sirve para predecir ese tiempo, y en cambio, si de algo tengo certeza es de que moriré.
Moriré, y los redondos duraznos seguirán llenando de maravilla la boca de los niños cada verano, moriré y jugarán de nuevo a perseguirse y a esconderse la luna y las estrellas, el hombre y su esperanza.
Todos los días, nuevas flores abrirán sus pétalos aún en mi ausencia; y mis hijos y seres amados seguirán sus propias vidas, como debe ser.
Mi casa será poblada por otras personas y las cosas que hoy uso, usarán otros o dejarán de tener sentido.
Moriré y habré hecho todo lo que habré hecho, nada más. No empeñaré a nada ni a nadie con mis tareas, haré las que tengo que hacer con la honestidad de quien sabe que morirá en cualquier momento y así poderme ir tranquilo.
Moriré y me recordarán como lo que mostré de mí, como lo que hice.
Moriré y habré alcanzado a amar con la intensidad que me permití, habré sido tan generoso como yo quise darme y todo lo que no entregué morirá ese mismo instante.
Qué hermoso, qué alegría, que aunque yo muera todo en el universo seguirá rodando como si tal cosa.
Moriré y después de las tardes de lluvia y truenos se colgará de la mirada de los seres, el pasmo redondo de contemplar en el cielo húmedo el arco iris.
I jo em moriré (Poema de Alfredo Rubio)
(Recreación del texto de Alfredo Rubio de Castarlenas: I jo em moriré)
Soy un ser vivo y moriré.
Me moriré un día, una noche, no lo sé.
Moriré caminando o durmiendo, cerca de los míos o tirado en algún lugar recóndito.
Nadie sabe cuánto tengo más de vida. Nada sirve para predecir ese tiempo, y en cambio, si de algo tengo certeza es de que moriré.
Moriré, y los redondos duraznos seguirán llenando de maravilla la boca de los niños cada verano, moriré y jugarán de nuevo a perseguirse y a esconderse la luna y las estrellas, el hombre y su esperanza.
Todos los días, nuevas flores abrirán sus pétalos aún en mi ausencia; y mis hijos y seres amados seguirán sus propias vidas, como debe ser.
Mi casa será poblada por otras personas y las cosas que hoy uso, usarán otros o dejarán de tener sentido.
Moriré y habré hecho todo lo que habré hecho, nada más. No empeñaré a nada ni a nadie con mis tareas, haré las que tengo que hacer con la honestidad de quien sabe que morirá en cualquier momento y así poderme ir tranquilo.
Moriré y me recordarán como lo que mostré de mí, como lo que hice.
Moriré y habré alcanzado a amar con la intensidad que me permití, habré sido tan generoso como yo quise darme y todo lo que no entregué morirá ese mismo instante.
Qué hermoso, qué alegría, que aunque yo muera todo en el universo seguirá rodando como si tal cosa.
Moriré y después de las tardes de lluvia y truenos se colgará de la mirada de los seres, el pasmo redondo de contemplar en el cielo húmedo el arco iris.
I jo em moriré (Poema de Alfredo Rubio)
I jo em moriré i les grans peres d’aigua,
cada setembre
seguirán omplenant de marevella la boca dels infants;
i jo em moriré i jugarán de nou a perseguir-se i amagar-se,
la lluna i els estels, l’home i sa esperanca
Qué formós que encara que jo mori tot
en l’univers, seguirá rodolant com si tal cosa
així podré anar-me de puntetes a fruir-te señor, a fruir-te
I jo em moriré i a les tardes de pluja i de tronada després,
es penjará
de la mirada, el pasme rodolenc de contemplar
en el cel humit l’arc de l’iris.
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